Un estudio de Labs muestra que el número de trabajadores de todo el mundo que realizan su trabajo desde casa, al menos parte del tiempo, ha aumentado un 140% desde 2005. Por supuesto, la pandemia impulsó gran parte de este cambio a lugares de trabajo remotos, pero muchos de estos trabajadores quieren seguir trabajando a distancia (aunque sus empleadores prefieran que vuelvan a la oficina).
La pandemia obligó a las empresas a integrar el trabajo a distancia en sus operaciones comerciales, pero también planteó un reto, sobre todo para los equipos de recursos humanos de las empresas internacionales: cómo mantener una cultura de empresa cuando los empleados no trabajan codo con codo.
Existe un gran número de herramientas y plataformas digitales que facilitan el trabajo y la formación a distancia. Sin embargo, sólo funcionan si son accesibles a todos los empleados, independientemente de la lengua que hablen, y si se adaptan a las costumbres locales de los empleados.
¿Por qué localizar las comunicaciones con los empleados?
sus contenidos significa adaptarlos al idioma y la cultura del público destinatario. Las empresas internacionales suelen centrarse en traducir y adaptar comunicaciones para sus clientes, como sitios web, catálogos de productos, material de marketing y vídeos. Sin embargo, es igual de importante localizar los contenidos para el público interno, por ejemplo, los empleados.
Una buena comunicación permite mejorar la gestión de los proyectos, promover la cultura de su empresa y difundir información que ayude a sus equipos a funcionar con mayor eficacia. Uno de los primeros pasos para una buena comunicación es comunicarse en la(s) lengua(s) preferida(s) por sus empleados.
Resulta tentador dar por sentado que puede redactar todas las comunicaciones con sus empleados en inglés. Esto puede estar bien para las charlas breves que surgen durante el día, pero puede dificultar que algunos empleados comprendan plenamente las comunicaciones y políticas corporativas esenciales, incluidas las leyes laborales, las normas de seguridad, los módulos de formación o las mejores prácticas.
No todos sus empleados dominan el inglés, por lo que transmitir todas sus comunicaciones en ese idioma podría dar lugar a malentendidos o a consecuencias más graves. Al adaptar sus contenidos a las lenguas y normas locales, se asegura de que todos sus equipos tengan el mismo acceso a la información importante. Esto reforzará el compromiso general de los empleados y el cumplimiento de las normas.