Nuestro cliente se estaba enfrentando a muchos retos con su programa de traducción descentralizado. Los procesos eran incoherentes a través de la empresa, lo cual afectaba a la calidad y a los plazos de comercialización.
Las consecuencias del uso de este programa descentralizado fueron:
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Dificultad para gestionar la conformidad normativa y el rendimiento de los proveedores
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Calidad insuficiente e incoherencias entre los diferentes idiomas
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Problemas a la hora de realizar un seguimiento y controlar el gasto en traducción
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Falta de visibilidad y transparencia del proceso de traducción
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Portabilidad limitada entre proveedores de servicios lingüísticos
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Falta de ampliabilidad e interoperabilidad de las herramientas y la tecnología internas para poder responder a las crecientes necesidades de traducción